X

Organizaciones feministas: mujeres que acompañan a otras en situación de violencia

En medio de la ola de femicidios y crímenes de odio que azotaron el país en este último tiempo, emergen a nivel provincial las organizaciones sociales y agrupaciones que no sólo contienen a víctimas, sino que buscan la prevención y erradicación de la violencia de género.

Actualizada: 29/09/2019 01:59
PUBLICIDAD

Por Antonella Biondi

Lelikenun, Ninguna Santas, ADEM, La Mecha y Red Contra la Violencia, son algunas de las organizaciones que surgieron desde distintos puntos de San Luis para ocuparse de la desigualdad y la violencia de género a través del acompañamiento y la promoción de procesos de formación.

Pero la tarea no es sencilla, brindar acompañamiento a mujeres no sólo implica la presencia y la contención durante el proceso de denuncia, sino también garantizar el trabajo articulado con organismos del Estado que poseen los recursos para apoyar a la víctima.

Si bien la Ley 26.485 de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia contra la mujer rige a nivel nacional desde 2009, una de las problemáticas identificadas por las organizaciones es la falta de formación en la sociedad sobre las múltiples clasificaciones en las que se subdivide el espectro de la violencia de género.

Es por eso que sus procesos de formación, que facilitan a través de talleres didácticos en comedores barriales, instituciones educativas e incluso a comisarías, tienen por principal objetivo no sólo acompañar el proceso de denuncia de las víctimas, sino identificar la violencia psicológica, económica, patrimonial, social, vicaria, física y sexual.
De estas últimas, la económica y la patrimonial son comunes entre las mujeres que integran los sectores más vulnerados de la sociedad. Esta condición, que muchas veces las impulsa a regresar al entorno donde conviven con el violento, le otorga al Estado un rol fundamental para garantizar su acompañamiento.

Según observatorios nacionales de violencia de género como “Mumalá”, “Casa del Encuentro” y “Ahora que si nos ven” en 2019 ya se contabilizaron 236 casos de femicidio. Los más recientes que conmocionaron al país, fueron los de Navila Garay (15), Vanesa Caro (38), Cecilia Burgadt (42) y Cielo López (18).

Estas muertes, dadas en el marco de la violencia machista, reactivaron a lo largo del país las marchas y movilizaciones por la declaración de emergencia nacional por violencia de género, en busca de un mayor presupuesto y políticas públicas para apalear la situación. En este proceso, las organizaciones se inscriben en la campaña para obtener mayores respuestas de los organismos gubernamentales y sobrellevar los acompañamientos.

-Lelikenun

La agrupación local, que surgió con el objetivo de visibilizar la violencia hacia las mujeres, se fundó hace aproximadamente nueve años luego de que sus integrantes se conformaran en equipo tras un viaje al Encuentro Nacional de Mujeres. Actualmente, articulan sus tareas con talleres de formación y acompañamientos a mujeres en situación de violencia.

Su nombre Lelikenun es una palabra de origen mapuche que significa “abrir los ojos”. Un término elegido por sus integrantes para describir la experiencia de aquél Encuentro que las llevó a organizarse.

Cecilia Betervide, es secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades de la CTA, referente y parte de las fundadoras de Lelikenun. En diálogo con El Chorrillero, explicó que la iniciativa de crear la ONG surgió en el colectivo que las traía de vuelta a San Luis, luego del ENM.

“Luego del viaje, las mujeres volvieron muy movilizadas con las cosas que escucharon en los talleres del encuentro. Historias tristes y lindas, historias sobre caerte y volverte a levantar. En el colectivo a la vuelta decían ´algo hay que hacer´, entonces decidimos formar esta agrupación para trabajar las problemáticas de género”, relató.

Si bien la organización inició con la finalidad de visibilizar una problemática que en ese momento no circulaba en el discurso provincial, en poco tiempo llegaron a sus integrantes casos de mujeres que requerían acompañamiento.

“Empezamos a trabajar, a averiguar que instituciones públicas y de la sociedad civil podían ofrecernos ayuda. Entramos en contacto con la Facultad de Psicología de la UNSL y su centro de terapeutas, para las situaciones en que la mujer lo necesitaba, también contábamos con abogados que no sólo asesoraban a las mujeres de forma gratuita, sino que también las patrocinaban cuando no tenían forma de pagar los costos de sus servicios”, explicó.

Al no contar con subvenciones estatales, Lelikenun brinda sus acompañamientos “a pulmón”, ya que tampoco cuenta con un espacio físico propio donde la mujer pueda resguardarse. Para que la asistencia “pueda llevarse a cabo, debe darse si o si en articulación con instituciones del municipio o del Gobierno provincial”.

Pero el trabajo de complementar organismos entre sí, no sólo se da con los poderes gubernamentales, sino también con el resto de las organizaciones sociales locales que también trabajan problemáticas de género y contribuyen entre sí para sobrellevar los casos.

“Cuando nos llegan casos, nos sentamos a charlar en algún lugar de nuestros trabajos particulares o en algún bar para tomar un café. Hacemos una especie de entrevista muy relajada e informal, para conocer un poco más sobre la situación de la mujer, ver qué pasos conviene seguir, y qué es lo que ellas desean hacer. Y en ese camino vemos si necesitan atención psicológica, un subsidio, un botón anti pánico, hacer una denuncia o ratificarla”.

“Trabajamos también con el refugio gestionado por la Municipalidad, pero debemos orientarlas en esas cosas. Muchas veces la información está en un montón de lugares, pero las mujeres no acceden a ella o no saben cómo arrancar, tienen miedo, y no saben de qué van a vivir si se van de la casa. Entonces tratamos de darles las herramientas que están disponibles, para que puedan salir, sostenerse, y ver no sólo la violencia psíquica que es la más inmediata sino también otras como la económica”, explicó.

La tarea de “tejer redes en la sociedad”, según la referente, es un trabajo crucial para garantizar que las mujeres abandonen el círculo de violencia. De lo contrario, factores como las limitaciones económicas y la falta de contención y respuestas concretas, facilitan que la mujer retorne a la casa que compartía con el violento.

“Trabajamos en talleres didácticos sobre prevención de la violencia. Hicimos en El Morro, Merlo, Villa Mercedes y también en los comedores. Vamos a donde nos llamen, también hemos juntado firmas para la emergencia de violencia nacional, trabajamos junto con las mujeres, y a veces volanteadas para sensibilizar a la sociedad de alguna forma”, describió.

Contacto:

Facebook: https://www.facebook.com/Lelikenun-1734493330143782/

Teléfono: 02621-6094137 – 2664666216

-Ninguna Santas

“Mujeres por la perspectiva de género” surgió en la Universidad Nacional de San Luis, por iniciativa de sus integrantes para visibilizar y promover la formación en las problemáticas de género.

Si bien sus raíces se dieron en la casa de estudios, la agrupación se conforma de integrantes de diversas áreas que no necesariamente integran la universidad, pero que contribuyen al trabajo de acompañamiento a mujeres en situación de violencia y formación en perspectiva de género desde sus diferentes ramas disciplinares.

El trabajo, siempre se da en articulación con otras organizaciones que acompañan problemáticas de género en la sociedad, junto a los organismos gubernamentales que propician espacios de denuncia y de contención para las víctimas.

Las distintas profesiones de sus integrantes, y el contacto permanente con otras agrupaciones de género, facilitan el conformar un grupo de abogados y psicólogos que brindan apoyo y contención a las mujeres en situación de violencia.

Recientemente, la organización coordinó la visita de la periodista Mariana Carbajal, referente nacional en temáticas de género, a la Universidad Nacional de San Luis para brindar un taller de periodismo no sexista.

“El hecho de acompañar es complejo, es difícil. La tarea debe ser en conjunto para sostenerla en el tiempo y hay que tener alianza con las instituciones porque se trata también de que sea un acompañamiento integral. Lo económico también atraviesa todo y Ninguna Santas siempre va un poco desbordada porque también está la necesidad de hacer formación. De traer gente especializada, que nos ayude a formar y formarnos”, explicó Mariela Acija.

Cuatro años atrás, Ninguna Santas volcó la experticia profesional de sus integrantes en un audiovisual que relataba la persecución vivida por una mujer que se acercó a la organización buscando ayuda y respuestas concretas a la violencia que sufría a diario.

A partir de la experiencia en “Caída del catre”, Mariela Acjia explicó cómo es el proceso de acompañamiento que brinda Ninguna Santas a las mujeres en situación de violencia.
“Ella era víctima de violencia simbólica, económica, acoso y violencia institucional también. Esto surgió después de ver que desde lo legal, lo institucional y lo judicial no le daban respuestas concretas. Fue también un espacio terapéutico de sanación desde la asimilación de lo simbólico a partir de herramientas artísticas”.

El video final de la experiencia, implicó el trabajo callejero de hombres y mujeres que trabajaron junto a la organización en la vía pública, para visibilizar aquellas frases e insultos que le profería su ex pareja a la víctima en la situación de violencia.

“Ella se sintió sin soluciones concretas, entonces hicimos un trabajo de acopio. Primero ella nos contaba, y a partir de eso íbamos haciendo propuestas. Ella había reunido un montón de documentos que él le mandaba, fotos, videos, le dejaba papeles en el coch, flores, era un acoso continuo desde donde se le viera”, señaló.

La experiencia, significó dejar el material significante del acoso en las paredes del microcentro que demarcaban el recorrido que realizaba el violento todos los días para llegar a su lugar de trabajo.

“A él le generó inseguridad pensar en cuántas personas había detrás de esto, y cuantas sabían lo que él consideraba parte de la intimidad. Ver esos textos en la calle, por lo que nos contó ella, fue muy impactante para él. Después de un tiempo se fueron resolviendo las cosas, tuvo una especie de impacto y él soltó. Se destrabaron cosas”, explicó.

-Asociación por los Derechos de las Mujeres

ADEM San Luis, surgió hace quince años para visibilizar las problemáticas de género que se vivían en San Luis. Sus primeras acciones, no sólo estuvieron vinculadas al acompañamiento de mujeres en situación de violencia, sino a la Campaña por el aborto legal, seguro y gratuito, y la implementación de la Educación Sexual Integral (ESI) en la provincia.

Las acciones estuvieron vinculadas a la realización de charlas y capacitaciones para concientizar y prevenir la violencia de género. Entre sus primeras acciones, estuvieron los petitorios al Estado para la implementación de la ESI desde el año 2006.

 

“Quince años atrás ni siquiera se entendía en San Luis que existía la desigualdad entre hombres y mujeres, por consiguiente no existía la violencia de género, entonces era como todo lo mismo. Se creía que es la misma violencia que sufre el varón, así fue como empezamos a hablar de violencia física, sexual, de abusos, embarazos, y violación”, explicó María José Corvalán.

“Integramos ADEM junto a mujeres que ahora rondan los 70 o 60 años, que hacen esto hace 50 años. En ese momento, los acompañamientos consistían en acompañar a la mujer si quería hacer la denuncia, o simplemente contenerla, muchas veces hemos la tuvimos que llevar a nuestras propias casas. Acompañarlas al juzgado, o al hospital si estaban golpeadas, recolectar mercadería o ropa. Era mucho más difícil articular con el Estado porque no estaba el tema planteado en la sociedad”.

Visibilizar y concientizar sobre las distintas formas de violencia hacia la mujer, sea física, económica, psicológica, patrimonial, sexual, social o vicaria, son unas de las grandes acciones que la organización toma en su trabajo, junto al acompañamiento de las víctimas.

Su trabajo, también se da en la articulación con organismos del estado y organizaciones que trabajan sobre situaciones de violencia. De esa forma, hay un conocimiento y acompañamiento mutuo entre los grupos para sobrellevar la situación de las mujeres.

“En definitiva, somos todas amigas y conocidas porque en San Luis somos pocas las que venimos trabajando hace mucho estos temas, e imaginarás que conciliamos permanentemente, si una está haciendo un acompañamiento le pide una mano a la otra. Estrechamos redes para darnos una mano”, comentó Corvalán.

Contacto:

Facebook:https://-Integrante-de-la-Campa%C3%B1a-por-el-aborto-legal-seguro-y-gratuito-150628185016291/?ref=br_rs

Lelikenen

La organización mercedina está conformada por estudiantes universitarias de distintas áreas disciplinares reunidas para solventar problemáticas de violencia de género.
Si bien la agrupación, al igual que el resto, no cuenta con un refugio propio para contener físicamente a las mujeres que recurren en busca de ayuda para salir de situaciones de violencia, si brinda su acompañamiento en procesos de denuncia y superación del ciclo violento.

En la actualidad, sus jóvenes integrantes articulan sus trabajos de acompañamiento con talleres sobre prevención y erradicación de la violencia en comedores barriales de la localidad. Los espacios de formación, también apuntan a que las mujeres puedan brindar acompañamiento a sus compañeras durante los procesos de denuncia.

“En los talleres buscamos propiciar el trabajo conjunto entre las mujeres. Apuntamos a que ellas mismas puedan acompañarse, teniendo en cuenta esta idea de lo colectivo, del acompañamiento mutuo, porque consideramos que para salir de una situación de violencia las redes deben estar siempre bien conformadas. Por eso el trabajo barrial en la formación de redes es importante”, explicó Daniela Moreno.

Desde su lugar como estudiantes de Derecho y Trabajo Social, las chicas que forman parte del espacio buscan brindar en la medida de sus posibilidades la contención y sustento necesarios a las mujeres para que puedan sobrellevar sus casos.

Entre sus soportes profesionales, las chicas que además militan en la Corriente Combativa Clasista (CCC), cuentan con la predisposición de Consejo Gratuito de la UNSL ante las situaciones que lo requieran.

“Ahora trabajamos también en la Campaña de Emergencia Nacional. Notamos un estado ausente en un montón de cosas, en lo provincial la ausencia de refugios y lo nacional el presupuesto destinado a la violencia, que es de $11 y es muy bajo para las necesidades de las mujeres. El personal tampoco está capacitado, como en el caso de la Policía provincial que vas a hacer la denuncia y terminas sufriendo violencia institucional”, describió.

A la hora de iniciar un proceso de denuncia, las integrantes de la organización no sólo se dirigen a la Comisaría con la mujer, sino que educan y reivindican la importancia que tiene que la mujer y el personal policial conozcan los derechos consolidados en la Ley 26.485 de Prevención, Sanción y Erradicación de la Violencia Hacia las Mujeres.

“Nosotras cuando trabajamos en los talleres les decimos a las mujeres qué lugares son más amistosos para denunciar. En Villa Mercedes les aconsejamos que se dirijan al Poder Judicial, ya que el trato es mucho menos revictimizador y bueno. Pero hay situaciones límite en las que las mujeres no pueden dejar de ir a la Policía, además es lo que queda más cerca. Acá el Poder Judicial, por ejemplo, está lejos para las mujeres que viven en La Ribera”, explicó Moreno.

Contacto

Teléfono: 2657318804

-Colectiva “La Mecha”

La organización se fundó en Villa Mercedes luego de la denuncia pública que realizó la actriz Thelma Fardín al actor Juan Dartés, quien fue su compañero de elenco en la serie juvenil “Patito Feo”.

El repudio del actor, que hizo efecto rebote en varios puntos del país, llegó a la ciudad revelando casos de abusos y les dio pié a unirse en colectiva. A la iniciativa, luego se sumaron actividades como el 8-M y el acompañamiento a casos de violencia de género.

Si bien el objetivo inicial de la colectiva fue visibilizar problemáticas de género, pronto llegó a sus integrantes la necesidad de recepcionar los casos de víctimas de violencia de género que requerían de su acompañamiento. Un siguiente paso que prevén es la realización de talleres de prevención de violencia.

“A veces nos llegan los casos por intermedio de nuestras compañeras, surge la posibilidad de acompañar a alguien y después vemos si la persona necesita algún tipo de información o ver qué tipo de trámite se tiene que hacer. Como primera medida, nosotros escuchamos y le preguntamos qué es lo que quiere hacer. Más que nada es estar cerca para ver qué decisión toma, porque nosotras no obligamos a nadie a realizar la denuncia, menos si la persona no está preparada para lo que se viene”, comentó Marisa Sandova.

“A veces sólo necesitan atención psicológica o quieren contarte lo que les pasó, porque bueno quizás no tienen el apoyo de la familia o no saben cómo hacer y manejarse. O por ahí les puede pasar que la persona que las violentó tiene influencia pública o poder, entonces también esas cosas las tenemos en cuenta”, dijo.

“Trabajamos en buscar métodos nuevos, soluciones a este flagelo, San Luis no está exento de que suceda otro femicidio, que ya hemos tenido unos cuantos”, agregó.
Al igual que el resto de las organizaciones, en los casos de acompañamiento las integrantes de La Mecha trabajan junto a otras compañeras de agrupaciones externas, y también reivindican la necesidad de articular con otros organismos para apalear la situación de las mujeres.

“Tenemos una cuenta de Instagram que se llama LaMecha. VM, por ahí pueden mandarnos algún mensaje o algo que necesiten. Una vez que se contactan arreglamos para encontrarnos en un lugar y hacemos un tipo de charla en privado con esa persona para concretar en qué podemos ayudarlas”.

“Como ninguna de nosotras es abogada o psicóloga, esto es como ese “estar”. Decirle a esa persona que no está sola, que la vamos a acompañar, es como la primera caricia. Porque no podemos prometerle nada que le solucione la vida, sino ayudarla a dar el primer paso”, explicó.

Sobre el nivel de contención que brinda el Estado, La Mecha, al igual que otras organizaciones da a conocer la carencia de respuestas concretas a la problemática que padecen las mujeres. Entre ellas, la principal es la falta de un refugio en la localidad para los casos en que la víctima debe abandonar su casa, y por otro, la falta de formación en el personal policial que recepciona las denuncias.

“El tema refugio es algo que hemos hablado con la secretaría de la Mujer Ni Una Menos y es algo que no se está queriendo generar dentro de la provincia. La razón es que se institucionaliza a la persona, en si yo no veo cual sería el problema de que una mujer que está en la calle porque el marido la violenta y está sin casa entre a un refugio. Es una manera provisoria para que esa persona se pueda acomodar. Si tiene hijos, estaría contenida”, consideró.

Contacto:

Teléfono: 1131420328

-Red Contra la Violencia

La agrupación que actúan en la reigón del Valle del Conlara inició su trabajo en el año 2015 en paralelo al movimiento Ni Una Menos.

Sus funciones que abarcan la visibilización de la desigualdad, la formación en perspectiva de género y el acompañamiento a las víctimas, se extienden hacia las localidades de Naschel, Tilisarao, Concarán, Santa Rosa y Merlo.

“Nuestra acción se basa en acompañar las distintas situaciones o problemas que fueron surgiendo y estar al lado de las familias en esos procesos. Nosotras no hacemos acompañamiento profesional a través de psicólogos porque no es esa nuestra especialidad. Es más, la función tiene que ver más que nada con un asesoramiento, una idea de formación que es desde donde nosotras observamos el problema”, explicó Mónica Oligati.

“Más que nada pasa por lo informativo, es decir alguna mujer se acerca y cuenta una situación, y la orientamos sobre qué se debe hacer, a qué lugares debe recurrir, y cómo proceder en esos casos, y lo demás luego va quedando en un plano judicial”, manifestó

La organización que funciona en articulación con otras, busca promover procesos de formación para el personal de diversas instituciones por medio de charlas y talleres de formación.

Si bien no cuenta con profesionales del ámbito legal o psicológico, al momento de realizar una asitencia, sus integrantes entablan el contacto con trabajadores con perspectiva de género.

“Es hacer una especie de contacto, articular y recomendar profesionales que sabemos tienen formación en género, eso es esencial para sobrellevar los casos adecuadamente”, explicó Oligati.

Contacto:

Facebook: https://www.facebook.com/Red-Contra-la-Violencia-en-el-Valle-Del-Conlara-860503241005908/

PUBLICIDAD

EN PORTADA EL CHORRILLERO

SUBIR